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Con buen sabor. Ayer tuvo lugar con éxito de asistencia el III Encuentro Nacional de Seguridad y Salud en la Construcción  en el Rectorado de la Universidad de Málaga, organizado Fundación Sando, jornada en la que pudimos disfrutar de grandes ponentes que compartieron sus conocimientos en materia de prevención con los asistentes, haciendo cada vez más patente la cultura preventiva en el trabajo.

Sacamos muchas conclusiones del encuentro, pero sobre todo comprobamos la fuerte proyección de futuro que tiene la prevención. Observamos como, a pesar de la crisis y de los recortes en distintas áreas de negocio, las organizaciones están cada vez más preocupadas en mejorar los hábitos y las medidas de seguridad de su capital humano.

Como colofón final, se hizo entrega de la décima edición de los Premios Fundación Sando a la Seguridad y Salud Laboral, que Fundación Sando  otorga cada año a empresas colaboradoras y centros de trabajo propios y externos; galardones que reconocen y destacan el compromiso, esfuerzo e implicación en materia de prevención.

Podéis leer el resumen entero del acto con los datos más resaltados de cada ponente en el siguiente enlace:

http://www.fundacionsando.com/encuentroseguridad/noticias.html

En la prevención contamos todos, el compromiso también es de todos.

          

La Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial está cada vez más implantada en el entorno en que vivimos, pero ¿qué hacemos para incentivarla a título personal? Empezamos a escuchar hablar de la Responsabilidad Social Individual (RSI).

Si lo pensamos detenidamente, la RSI es la base de la RSC, o al menos, la segunda no debería existir sin la primera. La buena actitud y predisposición de las personas con su entorno, tanto físico como social, es lo que hace posible que como trabajadores y directivos asuman el compromiso con la sociedad que demanda la RSC. En otras palabras, si sabemos y practicamos la responsabilidad social y medioambiental en nuestra vida diaria y además la transmitimos a otras personas seremos capaces de asumir mejores prácticas empresariales, ya sea desde la base como desde la Dirección.

Pero, ¿qué pautas indican la RSI? Cuestiones como la solidaridad, fomentar hábitos saludables y preventivos, el trato hacia los demás y hacia el medio ambiente o la educación en la tolerancia fomentan los compromisos de cada uno con la sociedad.

Por todo ello os lanzamos una pregunta:


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Esta semana hemos hecho una encuesta con la pregunta: “¿En qué ámbito de la empresa crees que es más importante la práctica de la Responsabilidad Social Corporativa?”. Los resultados de la participación han sido notables y esclarecedores.

Con un 65,28% de los votos, parece estar bastante claro que los empleados deben ser la principal preocupación para las empresas en materia de Responsabilidad Social, seguidos con bastante diferencia por el medio ambiente (18,06%). En última posición han quedado clientes (11,11%) y proveedores (5,56%) respectivamente. Las conclusiones, podrían parecer lógicas en primera instancia pero hagamos una lectura más profunda.

Para empezar, estamos en una época difícil, no solo para los ciudadanos sino también  para los empresarios. El hecho de que las personas deban ser la principal preocupación en una compañía es un claro reflejo de ello. Podríamos interpretar este resultado muy positivamente por diversas razones. La principal, porque se va clarificando el concepto de Responsabilidad Social entre la población, dejando entrever que sus ámbitos de aplicación no se deben concentrar solamente en la sostenibilidad y las acciones sin ánimo de lucro. La RSC es mucho más. Si somos más responsables con los conceptos de igualdad, conciliación o incluso fomento de un mejor ambiente laboral nuestros empleados percibirán estas buenas prácticas como un esfuerzo por hacer de la empresa un lugar mejor y actuarán en consecuencia. Además, según los datos de la encuesta, el medio ambiente es otro tema candente que merece un trato especial, interpretándose que la sociedad vive concienciada de la necesidad de un cambio y que de ese cambio deben participar también las compañías.

Desde Fundación Sando valoramos muy positivamente estos resultados y  pensamos que el respeto y cuidado del medio ambiente  puede –y debe ir asociado tanto a la filosofía de recursos humanos como a las relaciones con clientes y proveedores. Todos los grupos de interés merecen recibir un trato responsable.