El grupo de empresas Sando ha certificado un nuevo proceso tecnológico para la Rehabilitación de edificaciones y construcciones con interés histórico y patrimonial por medio del uso del láser y herramientas BIM (Building Information Modeling). La certificación se ha realizado de acuerdo a la norma UNE 166001: 2006 por la innovación en el uso, aplicación e implantación de este nuevo proceso tras comprobar su eficiencia.
El método que ha desarrollado Sando, denominado Prorehesla, emplea un láser que escanea de manera precisa una infraestructura en tiempo real. Los datos obtenidos se representan mediante una nube de puntos y posteriormente se transforman en un modelo 3D. Toda esta información se procesa a través de la metodología de trabajo colaborativa BIM, lo que le permite a Sando estudiar las condiciones reales de su entorno y le facilita conservar el patrimonio histórico y arqueológico de manera más precisa.
Dentro de la arquitectura actual una de las actuaciones más complejas consiste en la rehabilitación de edificios de interés histórico, debido a las limitaciones generadas por los elementos que se quieren conservar, dimensiones, su localización en el espacio, etc. La información recogida por el láser escáner 3D puede emplearse en las diferentes etapas de diseño y construcción, sirviendo también como testigo del estado original del proyecto antes de su restauración.
Sando ha desarrollado esta tecnología de “Scan to BIM”, como se conoce técnicamente, durante la ejecución de las obras del Metro de Madrid en la Gran Vía y en los trabajos para la rehabilitación del edificio de estilo racionalista de “El Olivillo” en Cádiz, del prestigioso arquitecto Antonio Sánchez Esteve.
A través de Prorehesla, Sando aplica en sus intervenciones un nuevo proceso sistemático de captura y puesta en valor de la información que le permite adaptar el diseño inicial del proyecto arquitectónico a las circunstancias espaciales existentes en la realidad.
Mediante esta metodología Sando puede ejecutar proyectos de rehabilitación en menor tiempo, eliminando un alto porcentaje de error humano en el proceso de diseño y evitando la exposición a riesgos laborales al recopilar toda la información en una única visita a la obra y compartiéndola en tiempo real con todo el equipo de trabajo.
Paralelamente a esta certificación, el grupo de empresas Sando y la consultora Grant Thornton están llevando a cabo el proyecto de investigación Rebecca, que tiene como objetivo crear un sistema inteligente para la aplicación automática de la metodología BIM en construcción.