19/05/2025
“Un recorrido práctico por la infraestructura verde de la ciudad”, con esta semblanza los ingenieros y autores Félix Carballera y José Luis Rodríguez han descrito su obra, titulada El bosque urbano de Alcobendas. Este libro, en el que colabora Althenia Sando, se adentra en el patrimonio verde de esta localidad madrileña, haciendo énfasis en los beneficios ecosistémicos que aporta la masa Forestal.
Este documento pone en valor los espacios verdes de la ciudad, formados por 1,8 millones de metros cuadrados de zonas verdes. El término usado para titular el libro “bosque urbano” alude a una nomenclatura acuñada por la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y que sirve para designar los ecosistemas naturales, seminaturales y ornamentales que integran las ciudades y constituyen su infraestructura urbana.
En la obra se aportan datos de interés sobre la presencia forestal en Alcobendas. Como la superficie de la ciudad ocupada por cubierta verde, que llega al 67%, el número de ejemplares de arbolado, 41.600 unidades, o los metros cuadrados de macizos de flor, que superan los 2.500. Unos datos que reflejan la proporción de zonas verdes por habitantes, en torno a 15 m2 y árboles, 0,35 por persona.
Uno de los aspectos en los que incide el libro es en el mantenimiento y conservación de las zonas verdes. Una inversión que desde el punto de vista de los autores contribuye a “evolucionar positivamente nuestra infraestructura verde urbana” y que proporciona mejores beneficios en términos de bienestar.
Althenia Sando, como empresa especializada en actuaciones medioambientales, lleva a cabo una gestión sostenible en los servicios de Conservación de zonas verdes y forestales. Actuando sobre el entorno natural y urbano para contribuir a la protección ambiental y la mejora de vida de los ciudadanos, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
De hecho, en el último año Althenia Sando ha ejecutado la creación de una nueva senda verde en Alcobendas, concretamente en el arroyo de la Vega, que ha supuesto una intervención sostenible para la ciudad de 1.370 metros.